sábado, 16 de junio de 2012

vida en minúscula II

Volver un viernes a la noche de la clínica en auto. Sentir las calles de Luján vacías. "Quizás, algún día, pase algo en esta ciudad" pienso. Manejo lento, pausado, como no queriendo llegar a mi casa. Paso por una estación de servicio y compro un chocolate. Busco algo que cambie la situación, la condición de vivir una vida silenciosa en una ciudad silenciosa. La radio canta "y es que esta es mi corteza donde el hacha golpeará". Pienso en los que se fueron, en los que están, en los que vendrán. Me siento una hormiga en el vacío inmenso de un pueblito del interior. Sueño con viajar, con irme a otra ciudad, con conocer gente nueva, con armar nuevas relaciones. Pienso en mis viejos, en mis tratamientos, en la facultad, en mi trabajo, en la gente que me quiere. Pongo en la balanza y decido qué hacer, pero postergo. Soy suspenso en un pueblo a la una de la mañana, dormido.

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