domingo, 29 de diciembre de 2013

Armonía nocturna

Marina es una pequeña mimada. Ahora, mientras escribo y escucho a Jimmy Heath, tirado en la cama, ella está a mis pies, durmiendo. Marquitos también duerme, son las tres de la mañana.
Quizás por arte del azar y la convivencia, los tres encastramos como rastis en la cama: ninguno de los tres se debe mover porque la armonía se perdería.

martes, 17 de diciembre de 2013

Escribo sólo a pedido

Ya me acostumbré a escribir a pedido y a leer por obligación. Ayer escribí un poema de tres páginas sólo porque me lo pidieron. Lo mismo hago con todas mis escrituras últimamente. En la lectura estoy más vago, casi ni leo. Creo que debe ser el síndrome de dejar de cursar Letras. Es más, me propuse que el año que viene sea sabático de estudios (no así de trabajo). Hace unos días le escribía a Laura en un mail:

"Si me preguntás "¿Qué te interesa ahora?", no tengo una respuesta clara, pensada, lógica. Tengo hechos concretos, acciones: hoy fui a hacer un reclamo por mi sueldo, cocino todos los días, lavo un poco de ropa, me junto con amigos a charlar (sobre todo) de política, tomo mates, duermo bastante (de noche y siesta), siembro y cosecho, como lo que cosecho, navego por internet, charlo con Marcos, proyectamos juntos, jugamos con la gatita. No tengo una brújula fija y creo que no soy más que un ínfimo pedacito de mundo en este mundo complejo y gigantesco."

La verdad es que por un tiempo voy a escribir a pedido y leer por obligación (sea laboral o que unx amigx me preste un libro y se lo tenga que devolver). El blog, cuando tenga ganas. La vida está en otra parte.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Diciembre en Luján

  - Me siento culpable por lo que hice- se escucha en altavoz desde el teléfono. 
Nosotros entendemos. Mis lágrimas están todavía cayendo por mis mejillas. En la compu suena "Tumbas de la gloria" de Fito Paez. Tu amor abrió una herida porque todo lo que te hace bien también te hace mal.
Bajo, lentamente, hasta el comedor, alzó a Marinita, nuestra gata, y la subo a la pieza. Marquitos corta el teléfono. Le doy un beso tímido, uno a Marina, uno a Marcos. Le digo: - ¿Nos bañamos?
Algo de vos llega hasta mí, cuando era pibe tuve un jardín. La música de fondo se vuelve envoltura cinematográfica.
Marquitos acaba de mandar tres curriculums, yo miré cincuenta veces el resumen de la tarjeta, hice cuentas. El tema pasa. Una foto de los Rollings Stones, mi vieja nunca los escuchó y no me puse a llorar. Nos abrazamos en el baño. Marina se acomoda en la cama de dos plazas. Todo es en cámara lenta.
Abro la lluvia, tocó con la mano izquierda el agua para ver si esta en la temperatura justa, nos metemos en la ducha.