jueves, 9 de febrero de 2012

El duende

Tu duende tiene corazón de mantel. Cuando te vi la primera vez en Carlos Keen me di cuenta. Estaba con Belén y Marilina. En esa época yo tenía 17 años y me sentía (todavía me siento) un nene. Tocabas con Malossetti. Ahora, diez años después, me acuerdo que yo tenía pensado vivir para ser poeta, quería tocar el bajo en una banda, quería conquistar el mundo.
Me acuerdo que no podía entender cómo se te había ocurrido la canción "Cantata de puentes amarillos". Siempre me asombraste y cada palabra tuya era tan justa que moríamos de amor todos los que te escuchábamos.
García Lorca decía que a los artistas que tienen duende se les nota, aún cuando hagan cualquier cosa, que se puede tener todo: perfección en la improvisación, técnica, pero si no se tiene duende no se tiene nada. Tu duende tenía corazón de mantel y un guiño al ver que todo es verdad.
Te voy a extrañar, mucho, muchísimo. Desde ayer que no paro de escucharte y de decir "no se fue". Es terrible esta sensación. Hoy no me salen las palabras. Seguro que vos podrías haber dicho algo más inteligente pero es eso, ese momento en el que uno se da cuenta de que la gente crece, muere, vive, llora, todo con la misma intensidad.

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