lunes, 29 de diciembre de 2014
Deleuze: imaginación y risa
"Sus uñas son las de un duende" dije alguna vez.
Deleuze es el grande que genera el gran quiebre. Ese quiebre es el mismo que generó Nietzsche para el siglo XX. Deleuze es al siglo XXI, lo que Nietzsche es al siglo XX.
Y siempre es la misma fórmula: la fisura en el sistema. El no estar adentro de él para nada. Estar afuera, exiliado de todo lo sistemático, generar vías de escape.
Deleuze, desde la imaginación y la risa, nos hizo participar de un verdadero recorrido de lo imaginario, transfigurarse de la forma que sea.
Algo así decía: todo lo imaginario tiene constitución de corporeidades, de figuras concretas en lo real.
Aplano los planos, los reconfiguro. si uno imagina una ciudad, la está creando en lo real porque el mapa reconfigura el territorio.
Y ahí apareció Google maps, Street view, para crear un verdadero mapa de lo real.
Y todo se reconfiguro de nuevo.
Deleuze sabía que lo imaginario iba a llegar a ser alguna vez en la vida el verdadero territorio.
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