domingo, 30 de junio de 2013
La mburucuyá vocal
Ser una mburucuyá vocal: hablar desde muchas voces diferentes y extranjeras. Ayer me quedé pensando en el valor de lo colectivo y me di cuenta de que cuando se pluralizan las voces el momento se hace intenso, se vuelve extensión dialogada. La pampa, esa llanura salvaje, nos presenta ese hilo plural. Como no hay curvatura que entumezca nuestra visión, nos volvemos reflexivos y después dialogamos. Un viaje en colectivo o en tren muestra sólo tres colores: el verde abajo, el celeste y blanco arriba... Nada más. Uno puede quedarse en el detalle y hacerlo grandilocuente: en las huellas de alguna liebre perdida, en la melisa que nace entre el yuyal o la mburucuyá que se asoma por entre los alambrados. O uno también puede caer en lo mínimo: el horizonte, los tres colores, la contemplación. Todo eso es la pampa.... y sus poetas.
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