martes, 23 de abril de 2013

Los kioscos literarios

Veo, mientrás saboreo Nutella y termino de leer a Césare Lombroso, que en la Capital - con mayúsculas, porque allá es donde atiende Dios- algunos de mis amigos abren de vez en cuando sus kiosquitos.

Laurita y sus rusitos, más alguno que otro chico moderno - de esos que usan skate y se hacen los loquitos- van a una presentación de libros sobre Néstor Sanchez. Parece que Horacio Gónzalez le cedió un lugarcito a los de Mansalva para mostrar sus publicaciones. También va Cecilia Pavón.

Robert y sus barrokers se juntan en la progresista Casa Brandon (queer, bien queer) para hablar de unos indios y unos espíritus - lejos de la luz mala, el único espíritu que se ve en estas pampas deshabitadas. Parece que por esto le dije a Cinzano que era un buen hijo de su madre judía.

Parece que el domingo en la Feria del libro dos amiguitos también tienen su kiosquito - en la Capital lee cualquiera cualquier cosa en cualquier lugar- hacen un mundial de poesía y, con sus autorcitos extranjeros a cuestas, leen cosas de otros en la excelsa Sociedad Rural.

Lugones es un hijo de puta, en el Payador hablaba de razas inferiores y superiores. Lombroso decía algo parecido pero era más aristocrático. El mono de "Ysur" habla. Los kioscos todavía están abiertos en la Capital - donde atiende Dios- el campo es un cero lineal al horizonte.



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