miércoles, 5 de febrero de 2014

Cosas que hago cuando no estoy con vos

Te llevé a la Universidad- yo le digo facu pero vos siempre me corregís. "La UnLu no tiene facultades, tiene departamentos". También me dijiste - sobradoramente- que el profe dijo que la UBA era la más prestigiosa. Te reíste de eso. Me dijiste cheto.
Volví y le di las llaves del auto a mi vieja. Me metí en nuestro departamentito y me puse en calzoncillos. Sí, sabés que me encanta. Sin querer Manu, tu profesora de fotografía, esa persona a la cual vos amas con todo el corazón, me dejó en Facebook un libro de 20 páginas para leer.
20 páginas, alrededor de 25 poemas. ¿Viste cuando sentís que alguien escribe algo inmejorable? Eso me paso. Una historia de amor, de tres personas, hermosa. Un yo que le habla a un vos y un Hilario que anda metido haciendo sus achurías. Hay tormentas, como en toda historia de amor, y un poema a Iruya donde se revive un viaje psiconáutico - sí, ya se que esa palabra te da risa, te da risa que diga psiconautas a todxs lxs retardadxs como yo-.
También tome mate con mucho burrito. Mi mamá me dijo que me vio amarillo y me preguntó si no tendría hepatitis. Me paranoiqueé y le puse mucho burrito al mate para que baje mi estado orientalizado. Me acuerdo que Carlos Fiorentino dijo que, a veces, las pastillas son tan fuertes que te pueden poner amarillos.
Me prendo otro cigarrillo. Termino de escribir esto.

1 comentario:

  1. Un día leí algo donde yo era Teresa y vivía un amor extraño con un Tomás que me engañó.

    ResponderEliminar