Ya me acostumbré a escribir a pedido y a leer por obligación. Ayer escribí un poema de tres páginas sólo porque me lo pidieron. Lo mismo hago con todas mis escrituras últimamente. En la lectura estoy más vago, casi ni leo. Creo que debe ser el síndrome de dejar de cursar Letras. Es más, me propuse que el año que viene sea sabático de estudios (no así de trabajo). Hace unos días le escribía a Laura en un mail:
"Si me preguntás "¿Qué te interesa ahora?", no tengo una respuesta clara, pensada, lógica. Tengo hechos concretos, acciones: hoy fui a hacer un reclamo por mi sueldo, cocino todos los días, lavo un poco de ropa, me junto con amigos a charlar (sobre todo) de política, tomo mates, duermo bastante (de noche y siesta), siembro y cosecho, como lo que cosecho, navego por internet, charlo con Marcos, proyectamos juntos, jugamos con la gatita. No tengo una brújula fija y creo que no soy más que un ínfimo pedacito de mundo en este mundo complejo y gigantesco."
La verdad es que por un tiempo voy a escribir a pedido y leer por obligación (sea laboral o que unx amigx me preste un libro y se lo tenga que devolver). El blog, cuando tenga ganas. La vida está en otra parte.
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