El comienzo se desarrolla en el medio de la cosa. Recién empiezo a contar y ya estoy en el medio. Succiono el mate, degluto galletitas Toddy, escribo en el teclado de la computadora de Conectar Igualdad.
El problema es que no sé qué hacer. Podría inventar un conflicto ficticio pero no hay conflicto: Marcos estudia para su parcial de psicología de mañana, en la casa reina un silencio de velorio, un jolgorio del pensamiento.
El descenlace podría ser cualquiera. Sin embargo, es una descripción de lo que convive conmigo en el sillón: "Un mundo feliz" de Huxley, "Continuadísimo" de Naty Menstrual, "El árbol de Saussure" de Héctor Libertella, "Un tal Lucas" de Julio Cortázar.
(la estructura del relato tradicional aburre por su solipsismo, es la continuación de la especie "relato" en sí misma: nosotros, los que no escribimos sino que escribimos que escribimos nos damos cuenta de la paradoja de esa estructura subyacente)
El deseo siempre se mueve por otro lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario