Frente a la noche del invierno, la noche de primavera es un diamante pulido. Esta noche, la primera de esta estación, se está volviendo elástica. Elástica como los relojes de Dalí, así chorreados. El tiempo desaparece y la brisa suave del viento, el cielo despejado, la ventana abierta - por fin, la ventana abierta- nos muestra que otro momento físico, psíquico se aproxima.
(Este blog es "Mal ver verás" pero también se podría llamar "Primavera, verano, otoño, invierno". Ya que todos los cambios de ánimos y de sensibilidad están anotados en este pequeño bloc de notas virtual)
La gata duerme sobre un pulover de Marquitos que está tirado en el piso. Son las tres de la mañana. En los parlantes suena una música con sonido de agua - fluvial, lo más fluvial posible- parecen remos de un bote. La noche ahora se vuelve amable.
(Sin querer llegué a mi post número 99 en este blog, me vuelvo autorreferencial - metatextual)
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